Querido don Braulio:
Dentro de muy pocos días estaremos participando con nuestra música y nuestro canto en la Eucaristía junto a usted, como en tantas otras ocasiones en estos últimos años. En estos días previos a la celebración de su despedida, queremos dirigirnos a usted en nombre de todos los miembros de la Capilla Diocesana de música, y lo hacemos como siempre le hemos tratado: como padre, como obispo y como amigo.
Nuestra primera palabra no puede ser otra que gracias. Un agradecimiento sencillo que nace de la certeza de habernos sentido apoyados y alentados en el camino de la evangelización a través de la música, el arte, la liturgia. La Capilla hoy es una realidad Diocesana, que con sencillez e ilusión renovada trabaja para llevar a los hombres y mujeres a Dios a través de la música. Músicos instrumentistas, cantores, laicos, sacerdotes, padres y madres de familia, jóvenes, de distintos rincones de nuestra Diócesis que a lo largo de estos años hemos profundizado en torno a la belleza de esta misión; y hemos tenido en usted una referencia y un apoyo para seguir creciendo y caminando.
Cuando en 2009 llegó a Toledo nosotros éramos apenas un pequeño grupo de jóvenes ilusionados con la posibilidad de participar con nuestros pobres medios de esta misión, pero sobre todo con la certeza de que era el Señor el que nos había puesto en este camino, dando gracias cada día por ello. Recordamos aquella oración con jóvenes en la Parroquia de San Ildefonso, año 2009, el día en que nos conoció y escuchó por primera vez. Y junto a usted vivimos un crecimiento y desarrollo que a nosotros mismos nos ha sorprendido, momentos singularmente intensos, como el X Congreso Eucarístico, aquella multitudinaria Misa de envío de los “Días en la Diócesis”, tantas celebraciones diocesanas en Toledo, Talavera de la Reina, la Mancha, nuestras queridas Jornadas de formación de coros en los que tantos cantores y coros han participado a lo largo de las diferentes ediciones, las Jornadas de Pastoral, el estreno de la Misa de Requiem “sub tuam misericordiam”, las celebraciones de apertura del “Año de la Misericordia” o más recientemente la Jornada de fin de curso de 2019, emocionante y llena de belleza, en la que estrenamos la Misa “Visitación de Nuestra Señora”.
Gracias don Braulio, por todo lo que hemos vivido a su lado. Gracias, siempre nos acompañará la certeza de ser un fruto más de la intensa labor desarrollada bajo su pontificado en Toledo. Por todo ello además de nuestro agradecimiento y oración, se lleva nuestro afecto y cariño, así como la promesa de que en cualquier momento y circunstancia que nos necesite podrá contar con nosotros y nuestra música. Unidos en el Señor.
En nombre del Consejo y de toda la Capilla Diocesana de Toledo.
En Toledo, febrero de 2020
R. Javier Moreno Abad
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